Ojeras & Párpados

El ácido hialurónico en ojeras es un tratamiento estético mínimamente invasivo, por medio de una infiltración con relleno reabsorbible en las ojeras, permite rellenar el hundimiento que suele aparecer en la zona del contorno del ojo, así como inducir la síntesis de colágeno propio para mejorar la densidad de los tejidos.
partial view of woman with black eyeliner on eyelids

Descripción

El ácido hialurónico es un componente que tenemos en la piel, pero que por factores hereditarios o por el paso del tiempo se va perdiendo y es escaso, por lo que la aplicación de ácido hialurónico (HA) obtenido como producto de laboratorio en gel inyectable, es una herramienta eficaz para rellenar y/o aportar volumen en determinadas zonas. Esto hará que tu piel se vea más gruesa, con un tono mucho más unificado, y evitando el aspecto de cansancio en la mirada. El tratamiento con Ácido Hialurónico en las ojeras nos ayuda a recuperar la tonalidad y elasticidad de la piel y también a volver a estirar un poco el párpado inferior. Este procedimiento le devuelve a tus ojos la expresión juvenil y alegre y nos ayuda a minimizar los efectos negativos de las bolsas o manchas que producen las ojeras en el rostro de un hombre o una mujer. Las ojeras pueden tener diferentes causas: cansancio, problemas de microcirculación, estilo de vida poco saludable y, con frecuencia, son hereditarias. Resultados son visibles inmediatamente después de la inyección y sus efectos se mantienen durante unos 12 meses La zona de la inyección puede presentar enrojecimiento y un ligero hematoma, que desaparecen casi por completo con la aplicación de una compresa de hielo tras la inyección. El ácido hialurónico está formulado con lidocaína, un anestésico local que garantiza una comodidad óptima durante la aplicación de las inyecciones. En la actualidad solo hay un producto formulado específicamente para tratar el contorno del ojo, con indicación aprobada en Europa: Redensity II (Teosyal® Puresense Rendensity [II], Teoxane, Ginebra). La fórmula de este gel combina una mezcla de AH reticulado (70 %) y no reticulado (30 %), con una concentración de 15 mg/ml de producto, dando lugar a un perfil reológico adecuado para rellenar este área. Su comportamiento higroscópico es bajo y retiene poco agua. Además, por sus características, se ha observado que reduce en gran medida la probabilidad de inflamación. Varios estudios avalan sus excelentes resultados de eficacia y seguridad, en pacientes bien seleccionados y utilizando una técnica adecuada.

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Técnica una medida matemática

Es esencial saber localizar correctamente el punto de entrada para cada ojo a tratar, y este queda determinado desde su definición matemática: la intersección entre dos rectas. El o los puntos de entrada dependerán de la elección del método de inyección.
En cuanto a la inyección, se pueden obtener buenos resultados tanto con cánula como con aguja. Es importante conocer las particularidades de cada opción y la técnica apropiada, que siempre debe ser cuidadosa y lenta para producir el menor traumatismo posible.

En las recomendaciones posteriores al tratamiento, se aconseja realizar una visita de seguimiento entre los 7-15 días tras las inyecciones de AH (la inicial y tras posibles intervenciones sucesivas). No se debería llevar a cabo una nueva inyección hasta pasados 28 días, considerando el tiempo de consolidación y rehidratación del AH, para evitar realizar una hipercorrección. Si no se realiza una nueva inyección de AH, la siguiente revisión será a los 6 meses.