Se trata de una toxina que causa relajación muscular. En medicina tiene varios usos y en dermatología la utilizamos principalmente para mejorar las líneas de expresión, ya que cuando relajamos un músculo hacemos que otros se contraigan y den un aspecto más liso a las arrugas.
En general es un procedimiento muy bien tolerado, se aplica directamente con una aguja fina y el paciente debe evitar acostarse en las siguientes 4 horas y masajear la zona de aplicación. La dosis de toxina utilizada depende del tipo de líneas de expresión que tenga cada paciente y de la fuerza muscular del mismo.
El efecto se ve a los pocos días, 7-10 días, momento en el cual se da una segunda revisión y se realiza un “retoque” si es necesario. La toxina tiene un efecto temporal (aproximadamente 4-6 meses). Dentro de las posibles complicaciones del procedimiento están la aparición de “morados” o equimosis temporales y dolor de cabeza el día de la aplicación.